cuartilla #5 – las palabras propias

Podríamos preguntarnos qué idioma hablamos en nuestro pequeño conventillo. Me ocurre que leyendo a mis colegas (o releyéndome), me acaba pareciendo que una señora del Pirineo habla igual que un señor de Ferrol, quien, a estas alturas, ya escribe como una comisaria centroeuropea que imita, mal que bien, la prosa de algún académico yanqui.